lunes, 12 de diciembre de 2011

Pasado pisado

Hace tiempo que no me fijo en las horas, en los días, en las semanas… ni siquiera en los meses.
Tiempo es lo que nos sobra. Aunque tengo que reconocer que a veces se adelanta y se escapa entre mis agujas. No soy consciente de la velocidad a la que avanza pero a la vez tengo la certeza de que se van sumando más y más minutos… ya he contado por lo menos mil.
Tengo la manía de contar las horas que voy a dormir antes de meterme en la cama. Supongo que así puedo controlar el momento exacto para no dedicar ni un minuto más a mis horas de sueño… de soñar despierta.

Estoy oxidada. No tengo fluidez en el habla, me faltan las palabras. Mi boca se llena de verborrea inútil e inacabada.
Quiero una solución y la quiero ya.
Ya está, una idea, sólo necesito eso, un tema, una novedad que explotar y convertirla en mi nueva fuente de inspiración. ¿Qué será?, ¿a quién le tocará esta vez?
No sé, tan sólo quiero dejar constancia de mis intentos por volver a renacer.
Lo intento, creedme.
Hoy parece que a la luna no le ha apetecido salir a decirme hasta mañana. Supongo que estará ocupada hipnotizando a cualquier sirena.
Los párpados me pesan, pero todavía quiero agotarme, agotarlos un poco más… Esta vez me han ganado el pulso y se han salido con la suya, ya está, por fin… cerrados.