viernes, 28 de enero de 2011

-Journalism thoughts-

Qué fácil es; tan sencillo como borrar hasta el último garabato, como difuminar un dibujo en la arena, como hacer volar una pestaña.
Noche cálida de sabor amargo, me devuelves uno a uno, los hechos, que sin sentido marcaron mi condena. Tristeza indefinida por tu presencia, a veces bien, a veces... no como yo esperaba.
Hay un gran abismo, un hueco profundo y oscuro, oscuro por tus intenciones, profundo por mis inútiles emociones, esas que tú ni siquiera eres capaz de imaginar.
El silencio es el que más habla cuando no hay nada que decir. Largas noches de silencios incómodos, anteriormente cargadas de ilusión.
¿Dónde está?, ¿dónde está mi borrador mágico?
Qué delicado es el corazón. Glóbulos rojos de pasión desfilan formando un torrente de sentimientos imposible de frenar. Probablemente no haya ninguna persona adecuada a la que podamos entregárselo.
No te echo de menos, sólo quiero que vuelvas a mí como antes.
¿O tal vez no?
Me lo repito cada semana, porque no hay instante cada siete días que no se me rompa esta indiferencia que pretendo que nos separe.
Dentro de siete meses... Odio el tiempo, siempre determinándolo todo, por qué siete meses, por qué no ahora, en este mismo segundo... ya no estás...
Imposible.
Día tras día, noche tras noche, siempre contigo, inevitablemente angustioso.
Te doy ocho meses, ocho... ¿ves? ya vuelves. Tu bola de billar negra ha golpeado esa parte de mí que intentaba no pensarte más.
Empezad a contar, siete+uno meses para comenzar mi sueño, en el que, espero, tú no estés.

lunes, 24 de enero de 2011

-Cómo sentirse estúpida vol.265987653265-

Y otra vez, y otra, y otra más...
Son muchas veces ya las que me veo en esta situación, acosejándote, guiándote.
¿Por qué?, nadie lo sabe. Quizás la curiosidad mató al gato; en este caso, al ave.
Siempre hay otra, otra persona mejor que yo a la que puedas cubrir con halagos y buenas intenciones. A lo mejor, algún día, esa persona soy yo.
No, mejor despertarse, la realidad no es esa, nunca lo será y creo que tampoco es conveniente que lo sea.
Pero cada vez que intento sosegar mi mente con cualquier otra cosa que no seas tú, te da por aparercer de la nada, con tus falsas esperanzas, con tus pajas mentales y demás laberintos de los que, ni tú misma sabes salir.
Otra vez me toca a mí apagar a escupitajos el fuego que encendiste hace unas horas, de mala manera y sin razón aparente.
Yo que pensaba que todo estaba muerto y enterrado... Ah no, espera, tu sentido común, sí.

Menos mal que voy a seguir con mi nueva filosofía, ni tú ni nadie me va a hacer borrar esta sensación de paz que me rondaba la cabeza desde que me he levantado.

Espero que poco a poco te vayas por donde quiera que viniste, espero no caer.

viernes, 21 de enero de 2011

-Realidad-

No hay más ciego que el que no quiere ver.
Y yo que me quise creer que todos estaban en mi contra, que era una pobre e indefensa niña de dieciocho años. No, en realidad no me creí ni la mitad de eso.
Motivación, un poco sólo. A quien pretendo engañar, ni siquiera un poco. Nada. No puedo pretender sacar de un pozo sin fondo agua cristalina.
Vida sedentaria.
Preocupaciones que no aparentan ser nada y que, sin embargo, llevan ocupando esa motivación durante meses. ¡Qué pérdida de tiempo! En realidad todavía siguen, aunque mucho menos.
Bipolaridad. No sé, no sé por qué lágrimas de alegría se deslizan tristemente por mis mejillas. Sin motivo aparente.
Es hora de olvidarme de ti, de seguir con mi vida, esa que nunca tuve, única y exclusivamente mía, de hacer algo por mi futuro, de no acordarme del pasado, de aprender, de fallar.
Se acabó el quedarme sentada en esta silla azul... cansada de soportar siempre el mismo cuerpo desolado, perdido, pesado...
Pero me cuesta tanto...
Aunque, eso no significa que no lo intente.

Gracias, Mª del Mar Barreales Treceño.

miércoles, 19 de enero de 2011

-Transición-

No entiendo que no entienda mi posibilidad de entender.
Un simple juego de palabras, una compleja situación.
Si algo aprendí, a parte de saber perder, es asimilar las sorpresas, gratas y decepcionantes, que se agolpan a medida que pasan mis días.
Me balanceo por un proceso de cambio, de novedad, de abrir los ojos el doble de lo que lo hago normalmente. Porque si alguna vez tengo que hacerlo, mejor tarde que nunca.
No lo hiciste nada bien, pero, a pesar de todo, no le di mayor importancia. Eso sí, ahora sé, con más certeza que nunca, que tu actitud confunde a más de un alma inocente.
Me entristece que haya tenido que ser ella quien me dedique unas cuantas palabras amables, que para mí han sido mucho más que eso. Ya ves, qué te cuesta, unas simples palabras de ánimo y comprensión. Y lo que más me entristece es que seguramente no lo harás nunca.
Podré vivir con ello.
Podré haceme a la idea de que, una vez más, las personas te decepcionan, aunque más tarde las perdones. Y que, por fortuna las que menos esperas, estarán ahí para tenderte una mano.
En cualquier época de transición, hay cambios, por supuesto, pero también crisis, confusión, derrumbamientos. Hoy tocaron, 23h de cambios y felicidad por lo que se avecina, y 60 largos minutos de confusión.
¿Mañana?
Me esforzaré por derribar cualquier barrera que se interponga entre mis intenciones de renovarme y comenzar a buscar mi nuevo yo.
Comienza la lucha por 24h de completa tranquilidad y paz interior.

http://www.youtube.com/watch?v=thunVL9oA-I&feature=related
''Sueños que no duermen sin su almohada...
...cosechar sonrisas para regalar''

Nota mental: no permitir, nunca más, que nadie consiga arrebatarme mis horas de felicidad en cuestíon de segundos. Nunca.

lunes, 10 de enero de 2011

-Yo te sueño recorriéndome en mi alcoba-

Muy cierto eso de que cuanto más daño nos hacen, cuanto más nos evitan, aumenta nuestro interés. Aunque esa actitud es demasiado infantil. Lo que pasa es mucho más complejo, demasiado como para que alguien que no se equivoca ni sucumba al deseo lo entienda.

¡TE ECHO DE MENOS!

No sé lo que es peor, que nunca volveremos a lo de antes o que esté añorando algo que jamás tuvo la intención que parecía tener. En realidad sí sé lo que es peor, que hayas conseguido una parte de mí que no te mereces ni lo más mínimo y que, aún así, yo siga queriendo tenerte mucho más cerca. Pero qué se le va a hacer si...

Te echo de menos.

Aunque suba el volúmen de mi voz, ¿no me volverás a oír verdad?, ¿ por qué?, ¿acaso no sigo cantando?...

te echo de menos

Y ahora a parte de tí, tengo un sentimiento mucho más confuso y que me quema aún más que tu actitud, algo que no sé si será verdad, si se irá contigo, si me hará entender algo por fín o si me confundirá más de lo que ya estoy.

te echo de menos

A pesar de que no lo veas, te necesito, y no sólo como estabas antes, sino como alguien que me ayude a encontrar un poco de coherencia, alguien con quien compartir lo que un día intenté pero tú ignoraste, un... amig...

te echo de menos

nunca conseguiré que lo oigas y que lo entiendas de verdad...

Total eclipse of the heart

sábado, 8 de enero de 2011

-Una de cal y otra de arena-

Me encantan los rasgos faciales femeninos, son delicados, finos, frágiles... También me gusta la forma en que las mujeres nos acordamos de los pequeños gestos, los detalles, la sensibilidad con la que tratamos las cosas; al igual que la manera de mostrar apoyo incondicional cuando alguien cercano a nosotras lo pasa mal, la facilidad con la que mostramos nuestros sentimientos, la belleza de hacer imprescindible lo aparentemente insignificante.

Aunque, he de decir que, también me gustan los brazos de los hombres, más fuertes que los de las mujeres, hacen que cuando te rodean te sientas protegida y segura a su lado. Esas sutilezas que a veces se les escapan, pícaras, que hacen que se te erice el vello de los brazos... La actitud pasiva que en ocasiones adoptan y hacen que no podamos dejar de ir detrás de ellos. Oír lo que de verdad sienten, hacen que te sientas única ya que en escasas ocasiones se abren a las personas que les rodean.

En cambio, odio de una manera desmesurada el machismo masculino y el orgullo femenino.

Sí, he aquí arriba una lista de tópicos, más o menos ciertos, pero que, a veces hacen que distingamos un género de otro. No quería hablar de tópicos, simplemente pretendía hacer un intento de... no sé, quién sabe, al fin y al cabo, somos personas.

A mí me gustan las personas.

martes, 4 de enero de 2011

-Éste sí-

A estas horas, del cuarto día del año, me dispongo a hacer un verdadero y objetivo (lo más que puedo) balance del año.
Sí, he estado pensado, y efectivamente un año tan intenso no se merece que le sentencie en un par de frases y menos, negativas.
Está claro, que no ha sido el año de mi vida, por lo menos en algunos aspectos, aunque cierto es, que si no hubiera tenido a unas cuantas personas a mi lado, no hubiese sido igual.
Un año de cambios, de avances, de decir adiós para siempre, de nuevos retos, de conseguir propósitos, de conocer personas aunténticamente maravillosas y que no cambiaría por nada, de viajes increíbles, de descubrir una parte en mí hasta ahora oculta en lo más hondo. En resumen de vivencias inesperadas.
¿Lo mejor y lo peor?, todo y nada, según lo mires.
Tampoco pretendo ahora desbordar optimismo por mis cuatros costados, simplemente tomarme las cosas de otra manera, afrontar las derrotas desde otra perspectiva. ¿Derrotas?, situaciones que me hacen crecer día a día.
Año nuevo, vida nueva, diseño nuevo, opiniones distintas (que no mejores ni peores), gustos e inquietudes inimaginables.
Mi 2011 empezó ayer.
Feliz década.

sábado, 1 de enero de 2011

-''En una canción (by Dikers)''-

Ojalá nunca me hubieses puesto esa canción, si no llega a ser por mi personalidad impulsiva, por mi paranoia, por la confusión, todo seguiría igual.

No me importaría seguir en la incertidumbre si con ello siguiesemos como antes. Si con ello siguiéramos conectando de la misma manera.

Ahora, intentando pensar friamente, sin conseguirlo por supuesto, ya no sé qué ni quién soy, ni lo que quiero, ni lo que me conviene. Tampoco puedo saber con certeza si fiarme de mi intuición, porque si en algo tan supuestamente ''evidente'' falló, no quiero pensar que puede ocurrir en una ocasión más crucial.

Y es que pensar que todos estos días han sido totalmente en vano me quema por dentro, y aún más sabiendo que todo se ha deshecho. Que a tí no se te ocurrirá volver a cantar conmigo me apena, porque son esas canciones que nos han hecho llegar a esta situación las que echo tanto de menos, igual que a ti.

En tu honor, y esta vez sin ningún tipo de doble sentido, utilizo esta canción para que si a alguien le interesa, pueda hacerse una suposición de lo que hay, digo suposición porque no hay nada comparado al verdadero sentimiento que albergo dentro de mí.

http://www.youtube.com/watch?v=Eu8LiAzaEew

-Ataque de tristeza-

No sé si estas lágrimas son por tí, por mí, porque intuyo que quizás no volverá a ser igual, porque me falta algo, no sé.
Después de un día genial, me dispongo a hacer un balance del año. Un año que, al igual que la mayoría de los anteriores, despido con mal sabor de boca.
Un año de estres, de dejarse vencer, de esconderse, de llorar, de sentir los extremos, tanto el bueno como el malo pero nunca algo intermedio. De perder, de no volver a ver, de lamentar, de querer olvidar, de arrepentirse.
Aunque haya habido cosas buenas, las malas han dejado tanta marca que soy incapaz de esbozar una mísera sonrisa, en este mismo instante, al recordarlas.
Sólo ha habido un único sentimiento capaz de llenar la frustración y la desgana, y hace unos días tuvo que desaparecer mi vida.
Creo, que para este 2011 no haré nada de lo que pueda arrepentirme ni nada que pueda perjudicar minimamente a los demás, ya que, creo que todo esto me está pasando porque el karma ha querido devolvérmelo.
Eso que tanto temí pasó. Me gustaría poder compartir algún día, sentimientos similares con alguien con mis mismas intenciones.
Sea quien sea el que mueve las fichas del destino, por favor, que cambie las mías, yo no quiero seguir jugando así, con esta desventaja.