lunes, 12 de diciembre de 2011

Pasado pisado

Hace tiempo que no me fijo en las horas, en los días, en las semanas… ni siquiera en los meses.
Tiempo es lo que nos sobra. Aunque tengo que reconocer que a veces se adelanta y se escapa entre mis agujas. No soy consciente de la velocidad a la que avanza pero a la vez tengo la certeza de que se van sumando más y más minutos… ya he contado por lo menos mil.
Tengo la manía de contar las horas que voy a dormir antes de meterme en la cama. Supongo que así puedo controlar el momento exacto para no dedicar ni un minuto más a mis horas de sueño… de soñar despierta.

Estoy oxidada. No tengo fluidez en el habla, me faltan las palabras. Mi boca se llena de verborrea inútil e inacabada.
Quiero una solución y la quiero ya.
Ya está, una idea, sólo necesito eso, un tema, una novedad que explotar y convertirla en mi nueva fuente de inspiración. ¿Qué será?, ¿a quién le tocará esta vez?
No sé, tan sólo quiero dejar constancia de mis intentos por volver a renacer.
Lo intento, creedme.
Hoy parece que a la luna no le ha apetecido salir a decirme hasta mañana. Supongo que estará ocupada hipnotizando a cualquier sirena.
Los párpados me pesan, pero todavía quiero agotarme, agotarlos un poco más… Esta vez me han ganado el pulso y se han salido con la suya, ya está, por fin… cerrados.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Hoy


Desde hace dos semanas una cortina de nubes se cierne sobre el cielo de Madrid. Aunque esta vez la lluvia sólo se limita a acariciarme la piel, no a calarme los huesos.

Últimamente todo está en armonía y no parece que nada ni nadie se atreva a romperla. Todo está conectado y las casualidades no tienen cabida.

Es otoño; pero creo que no hace falta afirmar lo evidente. Está llegando el frío, por fin, y pronto caerán los primeros copos de nieve. Es extraño la pasividad y la indiferencia que me produce el mal tiempo de estos últimos días. No necesito ver el más tenue rayo de sol para encontrar la luz de estos despertares tan grises.

Que se atreva alguien a derribar este muro de optimismo que tanto me ha costado levantar. ¿Tanto? Sólo un par de horas de reflexiones intensas.

Es increíble lo bien que sienta redactar unas cuantas líneas bien escritas al azar, y que sólo tienen sentido para mí y para cuatro gatos más que se dignan a gastar un rato de su valioso tiempo, en leer los pensamientos alegres y absurdos de alguien que gasta el suyo intentando superarse a sí misma cada día.


El título no siempre contiene la esencia del texto


Qué mala es la apatía. Aunque, peor aún es cuando hace un intento fallido de fundirse con algo de alegría. Es viernes. Viernes lluvioso. Eso no tendría que significar nada, lluvioso es un mero adjetivo y no por ello tiene que darle otro sentido del que ya posee. Tenía el presentimiento de que hoy iba a llover. Son las nueve menos veinte de la noche y estoy aquí sentada, mirando a una caja cuadrada y estúpida, mientras almacena caracteres sin sentido y sin significado alguno.

Últimamente pienso que anochece demasiado temprano, que los rayos de sol, cuando se dignan a salir, no tienen tiempo para alumbrar la energía y la libertad que pasean por las calles llenas de hojas. El otoño no es triste, pero la falta de luz le hace triste, melancólico y denso. Hace que pase con una lentitud pasmosa y cansina. Y cuando te quieres dar cuenta se ha pasado la tarde mientras tú te has quedado esperando a que el sol se digne a salir otra vez, con esas ganas y esa fuerza que te hacen despegar el cuerpo del sofá y salir a la calle con la sonrisa puesta.

Me sobran motivos para sonreír, aunque también para dedicarle tiempo a la tristeza. Es un estado bipolar que me mata y me consume. Una montaña rusa que nunca ve su fin y jamás se cansará de subir… o de bajar…y mucho menos hallará su punto de inflexión. El equilibrio no encuentra su hueco en mi mundo; a lo mejor es que nunca se lo quise hacer.

No estoy triste. Pero tampoco alegre. Se podría decir que si ahora mismo jugase al póquer me llevaría todo lo que hay sobre la mesa. También te confieso, a ti, que me dedicas unos míseros minutos de tu valioso tiempo que, si en este mismo instante cayera una bomba atómica y se llevase todo lo que encontrara a su paso, sé que a mí no me afectaría, bueno sí, me alegraría, así las nubes desaparecerían... y con ellas la lluvia.

viernes, 28 de octubre de 2011

martes, 11 de octubre de 2011

Egoísmo en estado puro


Esta ha sido la última gota, la que ha hecho colmar el vaso, la única responsable de hacer derramar todo el egoísmo.

A mí me gustaría saber hasta dónde puede llegar el individualismo de determinadas personas para ser capaces de pasar por encima de la buena voluntad de sus más allegados.

Por mucho que nos empeñemos en asimilar que nos valemos por nosotros mismos y que no necesitamos la ayuda de nadie para sobrevivir, la realidad se vuelve contra nosotros. Ningún ser humano por autosuficiente que sea es capaz de soportar el dolor y disfrutar del amor sólo, nadie en su sano juicio querría disfrutar el resto de su vida en soledad. Tampoco seríamos capaces de resolver los problemas sin nadie a nuestro alrededor. ¿Tan malo es eso? Supongo que será por eso por lo que nos cuesta tanto reconocerlo. Mientras tanto es mejor seguir dando de lado a tus hermanos, no llamar a tu hija para saber cómo le va, no dar las gracias por todo y, por supuesto, hacer como si nada…
El paso del tiempo deja huella en todos nosotros y si te mantienes cerca de los que de verdad te apoyan te sorprendería saber lo fácil que es asimilarlo.

Es triste decirlo, pero ahora lo que más mueve los intereses de las personas es el dinero; aunque irónicamente, también es lo primero que soltamos para desentendernos de cualquier cosa que nos complica nuestra vida, esa que está llena de placeres inmediatos y perecederos. La sencillez es cosa de infelices.

El orgullo es peor que el karma y las consecuencias que trae son aún más terribles. 
Pero en esta sociedad tan egoísta, no se puede pedir mucho más, así que supongo que estas palabras a parte de que no llegarán nunca, desgraciadamente, a resonar en los oídos de nadie, supongo que simplemente sirven para rellenar un pequeño hueco entre tanta inmensidad. 

domingo, 2 de octubre de 2011

Capicúa

Mismo principio, mismo final. Así es como estamos definidos todos y todo.

El ciento uno es un buen número. Me gusta, tiene bastantes significados, en el lenguaje binario por ejemplo es el número cinco. Pero para mí es mucho más que tres simples dígitos. Es tiempo, decepción, alegría, tristeza, confianza, reciprocidad, ilusión, dedicación, esfuerzo, superación, evolución, esperanza. Ciento un secretos, ciento un caminos que te pueden llevar hasta lo más profundo de una persona aparentemente normal, ciento un razones para que comprendas que si estás leyendo esto no es por casualidad. Ciento un creaciones que tienen su origen en meros pensamientos e ideas fugaces de un ente pensante y, en ocasiones, perdido, que simplemente busca un hueco, su hueco, entre tanta inestabilidad, falsedad e hipocresía, algo puro que no le responda con palabras de odio o rencor o incluso maldad. Esto es el resultado de horas y, aunque suene imponente decirlo, de años, mecidos en tenues melodías de piano.

¿Y ahora qué? Después de tanto tiempo y de tantas reflexiones el balance procuras que sea bueno, en este caso lo es, mucho más que bueno. A veces es preciso recordar el comienzo para poder comprender cómo has llegado a este mismo instante.

Mismo principio, mismo final. Yo terminaré tal y como empecé aquella noche aburrida y tediosa, escribiendo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Réquiem for a dream

El fino hilo metálico atraviesa mi piel mientras mis ansias se hacen cada vez más fuertes. Dame sólo un segundo… ¡YA! Todo pasa rápido, mis ojos, mis pupilas, mis ganas de precipitarme a un vacío infinito sabiendo que voy a salir ileso de cualquier lesión... Pues, ¿qué es eso para mí? Si yo soy fuerte, no necesito nada más, solo unos cuantos polvos mágicos, ellos son los únicos capaces de darme la vida, la cual me están robando en cada chute. Pero da igual, todo vale por unos míseros segundos de placer sin límites, de sentirte a parte del mundo, lo controlas todo, sin embargo, no te hace falta nada.

Y después… más… Atrévete a arrebatármelo y estás muerto, como cada una de las células que forman la piel de mi brazo, que poco a poco se cae, cansado de soportar el pinchazo de la aguja con la que creo ser un poco más feliz cada día.

El caballo es tan blanco y bonito cuando se ve desde fuera, manso e inofensivo. Como las luces del hospital que anuncian mi fin, o mejor, su fin, el de mi brazo y el de la sana relación que guardo con mi fiel heroína, la única capaz de salvarme del mundo.

Dejadme solo con mis lágrimas de arrepentimiento. Desde ahora y hasta siempre, aquí yacen mis sueños.

martes, 23 de agosto de 2011

¿Monotonía veraniega?

Después de contar los minutos, por fin me decido, me levanto de mi silla y atravieso mi habitación de esquina a esquina, hoy me parecía más pequeña de lo que todavía es.

Cuando llegué al umbral de la puerta del cuarto de estar, respiré profundamente y atravesé el salón para sentarme en el sillón del otro lado. Y allí estaban, a mi izquierda, ilusos, incrédulos, aunque puede que no tanto. Miré el reloj, "venga, cuando termine se lo digo, antes de que ella se duerma", pensé. Después de haberlo imaginado tantas veces por fin llegaba el momento... por fin iba a poder quitarme el antifaz, aunque antes tendría que deshacerme del hilo que me cosía los labios y de lo que fuera que se hubiese llevado mi voz...

Por un instante me sentí insignificante, pequeña y débil, frágil... Delante de dos jueces a punto de condenarme simplemente por ser feliz. Al final pasó lo que me temía, nada, absolutamente nada. Tantas ganas ahogadas en el silencio.

"Por la noche llegará la hora de la verdad, ahí no habrá nada que me lo pueda impedir"... no sé cómo soy capaz de mentirme a mí misma tan descaradamente. Y así transcurrió casi toda la tarde, cabilando y pensando, y dando vueltas y vueltas y vueltas...

Después de aquella tarde no tenía fuerzas, y en ese momento se supone que tendría que mantenerme firme, así que me rendí sin siquiera intentarlo, así soy, a veces impulsiva y a veces tan... Tan desganada me sentí que les acompañé mientras veían una película en la que, casualmente, también se narraba mi mismo problema, y al ver una posible reacción en unas personas que podrían ser ellos, definitivamente el miedo se llevó todas mis energías, por mínimas que fuesen.

Un día difícil, mejor apagar la luz.

martes, 31 de mayo de 2011

Fuego

Cállame, muérdeme el silencio... acariciame los labios.
Enciéndeme como sólo tú sabes hacerlo.

Menos mal que son sólo palabras, porque si se convirtieran en caricias, mis sentidos ya habrían sucumbido a tanta...

¿En serio no lo notáis? Hace demasiado calor en esta habitación.

Hoy mi imaginación vuela un poco más alto que yo recreando situaciones sin sentido, caricias inventadas, miradas lujuriosas...



A la luz de la luna todo parece más inocente.

"Ooooooooh I need a dirty woman "


jueves, 5 de mayo de 2011

Antifaz.

Hoy no necesito inspiración para relatar cómo van trascurriendo los hechos.

Los mismos protagonistas y casi los mismos personajes secundarios han sido citados en el mismo escenario y a una hora similar a la de hace casi siete días. El argumento, por suerte o por desgracia, será diferente. Sólo el azar y el destino saben qué se traen entre manos estas vulgares marionetas de la sociedad.

Increíble tener que actuar, tener que disimular, tener que fingir. Tras horas y horas de nerviosismo y de indirectas y comentarios dejados en el aire y entre algunas conversaciones alentadoras y agradables, se acerca veloz el día del estreno. Es hora de sacar a la luz mi nueva máscara, mi antifaz de miedo, de vergüenza hacia mi persona, de represión, de "normalidad".

Un ejercicio de relajación antes del gran día. Imaginaos la situación más odiosa en la que os hayáis planteado estar. Ésa en la que dijisteis, "¿yo?, yo nunca actuaré así" o "¿yo?, yo siempre con la verdad por delante, a mí los demás me dan igual". No os engañéis, nunca actuaréis así, el resto de gente que se mueve a vuestro alrededor importa, y no sabéis cuanto.


lunes, 11 de abril de 2011

Un puzzle a la mitad

Arráncame el corazón de cuajo, no dejes que palpite un segundo más porque serviría para lo mismo que para lo que sirve ahora. Y, con él en la mano, piensa, siente, sufre, reflexiona, llora, ríe si puedes… ¿Acaso te ves capaz?

Yo sí, no lo necesito, prescindo de él más que de mis calcetines. Un órgano más un órgano menos, qué más da. Cuando algo no se utiliza mejor tirarlo; o mejor, cuando algo está viejo, gastado, roto, cuando es realmente inútil, mejor deshacerse de ello.

Hoy felicito a todas esas mitades que no encajaron conmigo, porque gracias a ellas soy más desconfiada, más débil, más… menos. Menos segura. Gracias a ellas llueve en días como hoy, en días de pleno sol, en los cuales la tristeza parece no tener cabida, donde las lágrimas creen no estar invitadas a celebrar un día tan fantásticamente primaveral.

Hoy. Hoy es el presente y yo debería dejar el pasado atrás y todo lo que ello implica. Hoy debería renacer, tirar a la basura mis cenizas, esas que no me dejan ver cómo soy yo en realidad, ni más ni menos, ni mejor ni peor, sólo mi verdadero yo.

Yo. Hablo en primera persona del singular. Narrador interno de todo lo exterior a mí, sigue buscando, no te canses de indagar en cualquier rincón existente, con el único fin de encontrar mi segunda persona. Aquélla que no se lleve mis horas, que no me robe los minutos, que me suplique un poco más de tiempo.

Todos nos merecemos un no-final feliz junto a alguien que, realmente, también sepa apreciarlo.

lunes, 4 de abril de 2011

Serais ce possible alors ?

Gracias a la primavera, mi sensibilidad está tan acentuada que cualquiera que me roce la piel, es capaz de llegar más allá de lo que incluso yo me hubiese podido imaginar.

domingo, 3 de abril de 2011

Sin venir a cuento

Se nota que es primavera.

Altibajos, un día te ves en lo más alto, y, al instante, te faltan segundos para volver a caer... ahí... donde sea.
Y mientras tanto, te conformas con deshojar recuerdos, desmigajar miradas, romper sentimientos... Sentimientos, obviamente, enterrados... ahí... donde sea.

Hoy me sorprendí recordándonte. No de esa manera, sino con rabia y miedo. Miedo por saber que tú has sido la última persona capaz de llegar hasta... tan adentro... ahí... donde sea.
En aquel lugar en el que ni yo misma me atrevo a entrar por miedo a lo que me pueda encontrar.

Más y más miedo.

Perdonar sería la forma más acertada de acabar con todo esto. Pero no puedo hacerlo. No puedo perdonar a alguien que no me ha pedido disculpas.

Aún así, supongo que no puedo evitar estar feliz. Siempre hay algún motivo para estarlo, por "insignificante" que sea. Porque, en realidad, no hay nada insignificante.

jueves, 24 de marzo de 2011

Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.

Me encanta... El no poder respirar con facilidad, los escalofríos que me recorren de pies a cabeza.

Pensar es difícil cuando tienes un monotema absorbiéndote el resto de la sustancia gris que te queda en el cerebro; cuando el destino, (si, creo en el destino y cada día más) juega contigo de la manera más inesperada; cuando no tienes más remedio que esperar a que pasen las horas... y esperar... y esperar...

Seguiría esperando toda la eternidad sólo por ver la sonrisa que se esboza en mi cara de poker.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Grito(s) en voz baja.


Ahora sí, con la mente en blanco, con mis cinco sentidos alerta... tan sólo bajo la tenue luz de la lava...
No me hace falta GRITAR... es algo que no voy a reconocer. Pero sí me gustaría que alguien fuera consciente de mis lamentos.
Una mera explicación es lo único que necesito para poder calmar esta angustia que, incrédula, no deja de convencerse de que es imposible no encontrar explicación alguna a esta falta de suerte. Cualquiera puede pensar que hablo de un simple juego, y se trata de mucho más que eso.
Es inocencia, sensación de plenitud. Y, sobre todo, reciprocidad.



lunes, 28 de febrero de 2011

Bienvenidos a la isla de Seaheaven.

Desde lo alto, desde la oscuridad de la noche, desde este satélite fingido, se puede observar una vida realmente falsa, rodeada de actores y de decorados absurdos, de situaciones idealizadas, de locura…

Sólo yo, protagonista inocente de semejante espectáculo soy capaz de pararlo. Una vida, paradójicamente, vacía. Llena de personas que verdaderamente, no son nadie; de hechos que en realidad, dejarán de ser algo; de esfuerzos y de lamentos, de tiempo malgastado.

Intento tras intento de salir de este mundo idílico, me doy cuenta de que no puedo confiar en nadie, cualquiera, o probablemente todos, estén ‘’en el ajo’’. Ni mi mejor amigo, ni mi pareja, ni mi madre, nadie, nadie se merece mi confianza. Después de varias situaciones de locura desatada, desisto, me derrumbo, hago como si nada, actúo, asumo mi papel.

Todo vuelve a la normalidad, todos creen que yo creo lo que quieren que crea. Todo parece real; pero, ¿qué es la realidad?, ¿es esto acaso? Depende de qué tipo de persona seas, si alguien conformista, o alguien que mira más allá de un decorado con forma semiesférica de color azul cielo. Quizás alguien que prefiere vivir engañado, aparentemente, rodeado de afecto y cariño, o por el contrario alguien que opta por vivir sin engañarse a sí mismo, con los problemas típicos de un ser humano corriente.

Mi plan funciona, ahora son ellos los que se equivocan y yo quien saldrá victoriosa, nadie puede luchar contra un alma que no ansía nada más que ser libre. Después de todas las tormentas artificiales, las olas de mar provocadas y todos los impedimentos inimaginables, mi corazón se para… ¿he llegado al fin del mundo, allí dónde termina el mar? Alargo la mano tímidamente.Puedo tocarlo, pero es sólo cartón, nubes y cielo acartonados. No me queda otra que bajarme del barco. De repente unas escaleras surgen de la nada; aparentemente no llevan a ninguna parte, pero puedo intuir una puerta al final de ellas. Puerta que abro, a pesar de la voz estridente que se apodera de todo el plató.

Ha sido una bellísima función, verdaderamente emocionante, muchas gracias a todos; y no lo olvidéis, por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Desvaríos de medianoche.

Hmmm...una noche más, no me hace falta mucho esfuerzo para dejar que mis manos hablen por mí. Nunca voy a terminar de comprender el por qué de ésto. La inspiración es algo curioso.
Bueno, está claro que siempre hay una razón, un detonante que te lleva a pensar, escribir o hablar sobre algo, algo que probablemente te quite el sueño, las ganas de comer, las ganas de...
El cerebro humano sí que es curioso, tiende a camuflar los problemas con una sutileza asombrosa. Yo me pregunto, cuántas veces habremos dicho un ''no sé'' queriendo gritar que algo nos sobrepasa desmesuradamente. O mejor, yo me pregunto por qué no lo gritaremos. Supongo que estos interrogantes están en ''Preguntas sin respuesta'' (volúmen único).
Basta de heroínas, quiero decir, ironías.
Pero la verdad cuesta tanto aceptarla, decirla, asumirla...
El miedo es en realidad el culpable de todo. Eso y los sentimientos, probablemente sea lo que de verdad mueve a las personas. Nos creemos capaces de plantarle cara, pero él nos supera con creces en todos nuestros intentos fallidos por hacer como si el pasado estuviese enterrado y olvidado, cuando en realidad, no hace más que reavivarse cada día un poco más.
A veces es mejor darse cuenta de que has estado cargando con un grandísimo lastre durante días eternos pero, por fin, decides contárselo a alguien, alguien que de verdad merezca escucharlo.

domingo, 13 de febrero de 2011

Dream on.

El suave tacto de las sábanas me cubría, era realmente reconfortante. Me incorporé, nunca había estado en ese lugar, por lo menos que yo recordara; aunque, a partir de ahora, eso cambiaría. Era como una pequeña habitación dentro de otra. La que estaba dentro era como un refugio, un escondite, un lugar secreto al que parecía que nadie tenia acceso. De repente, alguien entró. Cogio unas púas y se sentó a mi lado. Me las estaba enseñando, como si yo se lo hubiese pedido. Había una en especial, preciosa, que era roja, con algo escrito, no lo recuerdo con exactitud. Cuando me dispuse a cogerla para poder observarla mejor, rocé su brazo; y, a continuación, su mano; en ese mismo instante ''algo'' demasiado fuerte recorrió todo mi cuerpo e hizo que perdiese totalmente el control y me precipitara de espaldas, a un vacío interminable y angustioso, pero también, algo placentero.
¡Qué patada más desagradable!
''Buenos'' días.

13 de febrero, San ¿...?

Menos de veinticuatro horas para que casi más de la mitad del universo me recuerde que estoy sola, que me falta la mitad de mí, que nunca he conseguido llenar ese hueco, que, tal vez, nunca lo consiga.
Menos de veinticuatro horas para que otro año más pase arrepintiéndome de haber cometido la mayor estupidez de mi vida.
Hay una primera vez para todo, es única e irrepetible, más vale aprovecharla. Los remordimientos por no haberlo hecho en un su momento pueden llegar a ser una tortura dolorsa e intensa que se ceba día y noche y no te deja desquitarte de ese gran lastre.
La sensación de no haber hecho mella en lo más hondo, de, ni siquiera, una persona, es increiblemente triste. Y ver que, cada vez que intentas hacer algo, empezar algo, lo único que consigues es simplemente lo más superficial, frío y frívolo que te puedas imaginar, hace que te preguntes si de verdad llegará alguién que te haga rozar la locura, que te haga no querer arrepentirte de nada...
En serio, mucho daño tuve que hacer en otra vida para que ahora me lo estén devolviendo de una manera tan cruel.

sábado, 12 de febrero de 2011

-Humanidad (in)humana-

Todos soñamos con ser diferentes, con destacar en algo para que la gente nos recuerde, para dejar huella.
Ser diferente, pensar diferente, querer cosas diferentes... Al final lo vuelve el triple de complicado, el mundo no está hecho para personas diferentes, para gente que quiere cambiar lo cotidiano, para aquellos que se esfuerzan en reivindicar lo rechazado, es decir, la minoría.
Mientras tanto, ese grupo minoritario, se forma en el desprecio, en el miedo y la ignorancia de la mayoría, al pensar que, ellos nunca tendrán razón, jamás serán escuchados.
Los prejuicios son el arma más eficaz para luchar contra la minoría, mientras ésta se vuelve más y más débil hasta no quedarle más remedio que intentar escudarse en su miedo.
Qué triste es ver que, a pesar de que el tiempo avanza, nuestros valores siguen siendo iguales a los de alguien que no quiere ver, que no sabe convivir, que no sabe tolerar cualquier perspectiva diferente a la suya.
Qué triste es darme cuenta de que... estos párrafos es lo único que tengo para...
ni si quiero yo misma lo sé.
Quizás para darme cuenta de que yo, al igual que muchos otros, también soy diferente.

lunes, 7 de febrero de 2011

-Éxtasis-

Cuando los susurros del viento se hacen canción, cuando el más mínimo ápice de ilusión te ahoga en un mar de felicidad, cuando... cuando no sientes nada más que plenitud.
Quién no ha sentido alguna vez que hay algo dentro de sí que va a estallar de profundo y repentino placer, que todos sus sentidos son capaces de captar hasta el grito más silencioso.
Hoy hasta el más cuerdo está dispuesto a perder la cabeza por un instante, tal vez eterno... o quizás, efímero.
Yo me quedo con los encuentros inesperados frutos del juego que el destino se trae entre manos con dos almas elegidas al azar. La incertidumbre y el vértigo que se funden sin reparos y que no provocan otra cosa más que un deseo imparable de ir un poco más allá, de... experimentar, dejarse llevar.
Casi no noto el suelo, de repente me siento demasiado arriba. No está del todo bien eso, mejor caminar de puntillas. Sí, así mejor, puedo rozar tierra firme.

jueves, 3 de febrero de 2011

-We're a well kept secret-

Shhhhhh...
¿Lo oyes?
Imposible, es sólo silencio, nada...
Nada se tiene que escapar de estos dos labios. No pueden escupir ni siquiera un suspiro de resignación; o incluso, a veces, uno de ilusión...
Eso es un secreto sublime, sutílmente supuesto. Supuestamente insostenible.
Sentenciados están aquellos que con un simple sonar de su voz estridente se sienten capaces de sellar los labios presos del conflicto, cautivos en un sin fin de antifaces ''usuales''.
Conexión, en realidad, inconexa.
Sigiloso suspiro que se abre paso a través de mis labios...
De nuevo, ilusión.
Seguirá siendo un secreto, silencio, en realidad... nada...

http://www.youtube.com/watch?v=nXUrGJmB2kM

viernes, 28 de enero de 2011

-Journalism thoughts-

Qué fácil es; tan sencillo como borrar hasta el último garabato, como difuminar un dibujo en la arena, como hacer volar una pestaña.
Noche cálida de sabor amargo, me devuelves uno a uno, los hechos, que sin sentido marcaron mi condena. Tristeza indefinida por tu presencia, a veces bien, a veces... no como yo esperaba.
Hay un gran abismo, un hueco profundo y oscuro, oscuro por tus intenciones, profundo por mis inútiles emociones, esas que tú ni siquiera eres capaz de imaginar.
El silencio es el que más habla cuando no hay nada que decir. Largas noches de silencios incómodos, anteriormente cargadas de ilusión.
¿Dónde está?, ¿dónde está mi borrador mágico?
Qué delicado es el corazón. Glóbulos rojos de pasión desfilan formando un torrente de sentimientos imposible de frenar. Probablemente no haya ninguna persona adecuada a la que podamos entregárselo.
No te echo de menos, sólo quiero que vuelvas a mí como antes.
¿O tal vez no?
Me lo repito cada semana, porque no hay instante cada siete días que no se me rompa esta indiferencia que pretendo que nos separe.
Dentro de siete meses... Odio el tiempo, siempre determinándolo todo, por qué siete meses, por qué no ahora, en este mismo segundo... ya no estás...
Imposible.
Día tras día, noche tras noche, siempre contigo, inevitablemente angustioso.
Te doy ocho meses, ocho... ¿ves? ya vuelves. Tu bola de billar negra ha golpeado esa parte de mí que intentaba no pensarte más.
Empezad a contar, siete+uno meses para comenzar mi sueño, en el que, espero, tú no estés.

lunes, 24 de enero de 2011

-Cómo sentirse estúpida vol.265987653265-

Y otra vez, y otra, y otra más...
Son muchas veces ya las que me veo en esta situación, acosejándote, guiándote.
¿Por qué?, nadie lo sabe. Quizás la curiosidad mató al gato; en este caso, al ave.
Siempre hay otra, otra persona mejor que yo a la que puedas cubrir con halagos y buenas intenciones. A lo mejor, algún día, esa persona soy yo.
No, mejor despertarse, la realidad no es esa, nunca lo será y creo que tampoco es conveniente que lo sea.
Pero cada vez que intento sosegar mi mente con cualquier otra cosa que no seas tú, te da por aparercer de la nada, con tus falsas esperanzas, con tus pajas mentales y demás laberintos de los que, ni tú misma sabes salir.
Otra vez me toca a mí apagar a escupitajos el fuego que encendiste hace unas horas, de mala manera y sin razón aparente.
Yo que pensaba que todo estaba muerto y enterrado... Ah no, espera, tu sentido común, sí.

Menos mal que voy a seguir con mi nueva filosofía, ni tú ni nadie me va a hacer borrar esta sensación de paz que me rondaba la cabeza desde que me he levantado.

Espero que poco a poco te vayas por donde quiera que viniste, espero no caer.

viernes, 21 de enero de 2011

-Realidad-

No hay más ciego que el que no quiere ver.
Y yo que me quise creer que todos estaban en mi contra, que era una pobre e indefensa niña de dieciocho años. No, en realidad no me creí ni la mitad de eso.
Motivación, un poco sólo. A quien pretendo engañar, ni siquiera un poco. Nada. No puedo pretender sacar de un pozo sin fondo agua cristalina.
Vida sedentaria.
Preocupaciones que no aparentan ser nada y que, sin embargo, llevan ocupando esa motivación durante meses. ¡Qué pérdida de tiempo! En realidad todavía siguen, aunque mucho menos.
Bipolaridad. No sé, no sé por qué lágrimas de alegría se deslizan tristemente por mis mejillas. Sin motivo aparente.
Es hora de olvidarme de ti, de seguir con mi vida, esa que nunca tuve, única y exclusivamente mía, de hacer algo por mi futuro, de no acordarme del pasado, de aprender, de fallar.
Se acabó el quedarme sentada en esta silla azul... cansada de soportar siempre el mismo cuerpo desolado, perdido, pesado...
Pero me cuesta tanto...
Aunque, eso no significa que no lo intente.

Gracias, Mª del Mar Barreales Treceño.

miércoles, 19 de enero de 2011

-Transición-

No entiendo que no entienda mi posibilidad de entender.
Un simple juego de palabras, una compleja situación.
Si algo aprendí, a parte de saber perder, es asimilar las sorpresas, gratas y decepcionantes, que se agolpan a medida que pasan mis días.
Me balanceo por un proceso de cambio, de novedad, de abrir los ojos el doble de lo que lo hago normalmente. Porque si alguna vez tengo que hacerlo, mejor tarde que nunca.
No lo hiciste nada bien, pero, a pesar de todo, no le di mayor importancia. Eso sí, ahora sé, con más certeza que nunca, que tu actitud confunde a más de un alma inocente.
Me entristece que haya tenido que ser ella quien me dedique unas cuantas palabras amables, que para mí han sido mucho más que eso. Ya ves, qué te cuesta, unas simples palabras de ánimo y comprensión. Y lo que más me entristece es que seguramente no lo harás nunca.
Podré vivir con ello.
Podré haceme a la idea de que, una vez más, las personas te decepcionan, aunque más tarde las perdones. Y que, por fortuna las que menos esperas, estarán ahí para tenderte una mano.
En cualquier época de transición, hay cambios, por supuesto, pero también crisis, confusión, derrumbamientos. Hoy tocaron, 23h de cambios y felicidad por lo que se avecina, y 60 largos minutos de confusión.
¿Mañana?
Me esforzaré por derribar cualquier barrera que se interponga entre mis intenciones de renovarme y comenzar a buscar mi nuevo yo.
Comienza la lucha por 24h de completa tranquilidad y paz interior.

http://www.youtube.com/watch?v=thunVL9oA-I&feature=related
''Sueños que no duermen sin su almohada...
...cosechar sonrisas para regalar''

Nota mental: no permitir, nunca más, que nadie consiga arrebatarme mis horas de felicidad en cuestíon de segundos. Nunca.

lunes, 10 de enero de 2011

-Yo te sueño recorriéndome en mi alcoba-

Muy cierto eso de que cuanto más daño nos hacen, cuanto más nos evitan, aumenta nuestro interés. Aunque esa actitud es demasiado infantil. Lo que pasa es mucho más complejo, demasiado como para que alguien que no se equivoca ni sucumba al deseo lo entienda.

¡TE ECHO DE MENOS!

No sé lo que es peor, que nunca volveremos a lo de antes o que esté añorando algo que jamás tuvo la intención que parecía tener. En realidad sí sé lo que es peor, que hayas conseguido una parte de mí que no te mereces ni lo más mínimo y que, aún así, yo siga queriendo tenerte mucho más cerca. Pero qué se le va a hacer si...

Te echo de menos.

Aunque suba el volúmen de mi voz, ¿no me volverás a oír verdad?, ¿ por qué?, ¿acaso no sigo cantando?...

te echo de menos

Y ahora a parte de tí, tengo un sentimiento mucho más confuso y que me quema aún más que tu actitud, algo que no sé si será verdad, si se irá contigo, si me hará entender algo por fín o si me confundirá más de lo que ya estoy.

te echo de menos

A pesar de que no lo veas, te necesito, y no sólo como estabas antes, sino como alguien que me ayude a encontrar un poco de coherencia, alguien con quien compartir lo que un día intenté pero tú ignoraste, un... amig...

te echo de menos

nunca conseguiré que lo oigas y que lo entiendas de verdad...

Total eclipse of the heart

sábado, 8 de enero de 2011

-Una de cal y otra de arena-

Me encantan los rasgos faciales femeninos, son delicados, finos, frágiles... También me gusta la forma en que las mujeres nos acordamos de los pequeños gestos, los detalles, la sensibilidad con la que tratamos las cosas; al igual que la manera de mostrar apoyo incondicional cuando alguien cercano a nosotras lo pasa mal, la facilidad con la que mostramos nuestros sentimientos, la belleza de hacer imprescindible lo aparentemente insignificante.

Aunque, he de decir que, también me gustan los brazos de los hombres, más fuertes que los de las mujeres, hacen que cuando te rodean te sientas protegida y segura a su lado. Esas sutilezas que a veces se les escapan, pícaras, que hacen que se te erice el vello de los brazos... La actitud pasiva que en ocasiones adoptan y hacen que no podamos dejar de ir detrás de ellos. Oír lo que de verdad sienten, hacen que te sientas única ya que en escasas ocasiones se abren a las personas que les rodean.

En cambio, odio de una manera desmesurada el machismo masculino y el orgullo femenino.

Sí, he aquí arriba una lista de tópicos, más o menos ciertos, pero que, a veces hacen que distingamos un género de otro. No quería hablar de tópicos, simplemente pretendía hacer un intento de... no sé, quién sabe, al fin y al cabo, somos personas.

A mí me gustan las personas.

martes, 4 de enero de 2011

-Éste sí-

A estas horas, del cuarto día del año, me dispongo a hacer un verdadero y objetivo (lo más que puedo) balance del año.
Sí, he estado pensado, y efectivamente un año tan intenso no se merece que le sentencie en un par de frases y menos, negativas.
Está claro, que no ha sido el año de mi vida, por lo menos en algunos aspectos, aunque cierto es, que si no hubiera tenido a unas cuantas personas a mi lado, no hubiese sido igual.
Un año de cambios, de avances, de decir adiós para siempre, de nuevos retos, de conseguir propósitos, de conocer personas aunténticamente maravillosas y que no cambiaría por nada, de viajes increíbles, de descubrir una parte en mí hasta ahora oculta en lo más hondo. En resumen de vivencias inesperadas.
¿Lo mejor y lo peor?, todo y nada, según lo mires.
Tampoco pretendo ahora desbordar optimismo por mis cuatros costados, simplemente tomarme las cosas de otra manera, afrontar las derrotas desde otra perspectiva. ¿Derrotas?, situaciones que me hacen crecer día a día.
Año nuevo, vida nueva, diseño nuevo, opiniones distintas (que no mejores ni peores), gustos e inquietudes inimaginables.
Mi 2011 empezó ayer.
Feliz década.

sábado, 1 de enero de 2011

-''En una canción (by Dikers)''-

Ojalá nunca me hubieses puesto esa canción, si no llega a ser por mi personalidad impulsiva, por mi paranoia, por la confusión, todo seguiría igual.

No me importaría seguir en la incertidumbre si con ello siguiesemos como antes. Si con ello siguiéramos conectando de la misma manera.

Ahora, intentando pensar friamente, sin conseguirlo por supuesto, ya no sé qué ni quién soy, ni lo que quiero, ni lo que me conviene. Tampoco puedo saber con certeza si fiarme de mi intuición, porque si en algo tan supuestamente ''evidente'' falló, no quiero pensar que puede ocurrir en una ocasión más crucial.

Y es que pensar que todos estos días han sido totalmente en vano me quema por dentro, y aún más sabiendo que todo se ha deshecho. Que a tí no se te ocurrirá volver a cantar conmigo me apena, porque son esas canciones que nos han hecho llegar a esta situación las que echo tanto de menos, igual que a ti.

En tu honor, y esta vez sin ningún tipo de doble sentido, utilizo esta canción para que si a alguien le interesa, pueda hacerse una suposición de lo que hay, digo suposición porque no hay nada comparado al verdadero sentimiento que albergo dentro de mí.

http://www.youtube.com/watch?v=Eu8LiAzaEew

-Ataque de tristeza-

No sé si estas lágrimas son por tí, por mí, porque intuyo que quizás no volverá a ser igual, porque me falta algo, no sé.
Después de un día genial, me dispongo a hacer un balance del año. Un año que, al igual que la mayoría de los anteriores, despido con mal sabor de boca.
Un año de estres, de dejarse vencer, de esconderse, de llorar, de sentir los extremos, tanto el bueno como el malo pero nunca algo intermedio. De perder, de no volver a ver, de lamentar, de querer olvidar, de arrepentirse.
Aunque haya habido cosas buenas, las malas han dejado tanta marca que soy incapaz de esbozar una mísera sonrisa, en este mismo instante, al recordarlas.
Sólo ha habido un único sentimiento capaz de llenar la frustración y la desgana, y hace unos días tuvo que desaparecer mi vida.
Creo, que para este 2011 no haré nada de lo que pueda arrepentirme ni nada que pueda perjudicar minimamente a los demás, ya que, creo que todo esto me está pasando porque el karma ha querido devolvérmelo.
Eso que tanto temí pasó. Me gustaría poder compartir algún día, sentimientos similares con alguien con mis mismas intenciones.
Sea quien sea el que mueve las fichas del destino, por favor, que cambie las mías, yo no quiero seguir jugando así, con esta desventaja.