Ahora sí, con la mente en blanco, con mis cinco sentidos alerta... tan sólo bajo la tenue luz de la lava...
No me hace falta
Una mera explicación es lo único que necesito para poder calmar esta angustia que, incrédula, no deja de convencerse de que es imposible no encontrar explicación alguna a esta falta de suerte. Cualquiera puede pensar que hablo de un simple juego, y se trata de mucho más que eso.
Es inocencia, sensación de plenitud. Y, sobre todo, reciprocidad.
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