A veces lo que expresamos cuando estamos con los demás no es lo que de verdad sentimos..ya sea por miedo en general,miedo a ser rechazados,miedo a ''el qué dirán''. Parece que nos importa demasiado la imagen que tienen las personas ajenas a nosotros de nuestra persona y de nuestra personalidad. Tanto,que llevamos años siguiendo a un determinado grupo de gente sin mirar si eso es lo que de verdad va con nosotros;hasta que un día dices:ya basta,esto no me lo merezco,no va conmigo.
Creo que a todo el mundo le a pasado eso y quién diga lo contrario,o miente o es demasiado perfecto y no deberia estar en este mundo de seres imperfectos e influenciables. Aunque la imperfección tiene sus ventajas, pocas pero las tiene, la mejor es aprender de los fallos y de verdad que se aprende vaya que si se aprende,sólo solemos tropezar con el mismo fallo dos veces por aquello de dar otra oportunidad,aunque en muchas ocasiones la ''otra'' oportunidad simplemente sirve para darte cuenta de lo imbécil que has sido al dársela a determinadas personas que ni siquiera se esfuerzan en fingir aprovecharla.
Pero bueno, somos humanos,¿no?..si no erramos nosotros quién va a errar. Aunque sí que es verdad que muchas veces te sientes demasiado RIDÍCULO cómo para aceptarlo..
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