domingo, 24 de octubre de 2010

Esta vez, me toca oir, ver y...hacer.

Aunque fuese con preaviso, no tenía ni idea de cómo iba a ser el entrar en aquel  lugar.
No me hubiese podido imaginar ni por un momento que la primera vez allí fuese para... eso que iba a hacer, y menos con ella.
Era una tarde soleada, ideal para pasear a la ribera de un río, para sentir la brisa en tus ojos, para dejar la mente en blanco. Pero al entrar en ese recinto irregular, lleno de... ''cajas'' se te cerraba el estómago, no sabes dónde mirar, porque mires a donde mires todo es igual... igual de sobrecogedor.
Yo no tenía miedo de lo que me pudiese encontrar allí, sino de su reacción. Pero aquella tarde de sábado no calleron más lágrimas que las que dejaba pasar la boca del grifo.
En realidad ella tenía razón, lo único que he hecho ha sido evitar hablar del tema inconscientemente. Pero todo tiene una explicación...
Soy incapaz de ver a una de mis máximas figuras de autoridad, a uno de los pilares más fuertes viniéndose abajo como si de una montaña de arena se tratase, viéndola sumirse en un torrente de lágrimas, viendo cómo sufre una pérdida que yo, algún día, también sufriré. No soy capaz ni siquiera, de articular un ''cómo lo llevas'' por si esas tres palabras pudiesen ser el detonante de tanta tristeza.
Por todo esto, ella no me quiere de la misma manera. Lo único que he hecho es decepcionarla.
Si tengo edad para abrir la puerta de la entrada al llegar el alba, también tengo edad como para afrontar obligaciones, problemas y situaciones de todo tipo.
Ojalá pudiera cambiar esa parte de mí, ojalá pudiese acallar ese miedo.
Hasta entonces, seguiré soñando con el día en que ella me suplique un abrazo.

2 comentarios:

  1. ¿He entendido mal, o lo que estás queriendo decir es que sientes que has decepcionado a tu madre por no saber cómo afrontar la muerte de tu abuela?
    Si es eso lo que has querido expresar, te equivocas. No creo ni mucho menos que se haya sentido decepcionada, ni que se le haya pasado por la cabeza siquiera, y si lo ha hecho, es que no entiende la evolución de los seres humanos y sus reacciones variadas, múltiples e incontrolables.
    Nunca se es lo suficientemente mayor como para enfrentarse a una muerte y actuar como se espera. No le des importancia a cosas que sólo traen dolor, y que ya no tienen ninguna solución.
    Hay, Pomba mía, si tuviera yo que arrepentirme cada vez que no he estado a la altura en una de estas situaciones, se me acababan las ganas de vivir.
    Lo importante en estos casos, no es cómo expreses tu dolor, si no lo que sientes.
    Te quiero mucho, y aunque parezca complicado, estoy tan solo a una llamada de ti. =D

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  2. Estoy completamente de acuerdo con la señora loca de los gatos. No puedes exigirte una reacción "correcta". Para empezar porque cada uno reacciona a su manera ante cada situación; para continuar porque te afecta mucho su reacción, y es normal. Pero creo que hay una cosa que malinterpretas en ella, y es que crees que si le preguntas cómo está se va a poner triste. Yo creo que es todo lo contrario... al menos, a mí me anima mucho que la gente se interese por mí cuando saben que me ha ocurrido algo malo. Y seguro que a ti también. Yo pienso que no es decepción lo que ella tiene, sino unas ganas locas de apoyarte en ti, o de que tú te apoyes en ella... mi consejo es que la dejes entrar un poco.
    Y lo mismo digo, sólo tienes que marcar un puñado de números y ahí estaré :)

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