domingo, 7 de febrero de 2010

Lo puedo ver en tus ojos (memories).

Era julio de 2008, el calor del verano hacía estragos. Todo parecía más alocado y feliz durante esa época, los bancos de los parques repletos de parejas, de amigos, de gente despreocupada que disfrutaba tranquilamente de unos minutos de paz en sus breves vacaciones y dos amigas llevaban una conversación bastante intensa e incluso acalorada, en el mejor de los sentidos. Decidieron sentarse en un banco para poder charlar mejor sobre su tema estrella. Ambas aportaban diferentes puntos de vista, reían, se lanzaban miradas llenas de complicidad y no podían evitar hacer algún que otro comentario sobre algunos transeúntes que pasaban a su alrededor. Era una tarde perfecta, sólo ellas dos, sin nadie que pudiese interrumpirlas.
Al cabo de un rato una de ellas dicidió que podían subir a su casa, que estaba al lado, a ver una peli y a cenar una pizza, porque sus padres se habían ido al teatro y no llegarían hasta tarde. Hicieron la cena y miraron lo que había en la televisión. Y dieron con una comedia romántica bastante divertida, ''¿En qué piensan las mujeres?'', era perfecta, así que decidieron verla. Para ellas era especial ver esas películas, siempre soñaban con el prícipe azul que algún día llegaría y sería diferente a los demás, alguien que de verdad mereciese la pena, alguien a quien no le importaría nada más que ellas. Las gustaba soñar e imaginar ese momento y sobre todo emocionarse con las películas así, era como si pudiesen ver su futuro, a pesar de que ese futuro pareciese muy lejano.
Cuando terminó la película ambas quedaron muy contentas, se podía ver en sus caras. Aunque no hubiesen hecho nada especial para ellas bastaba sólo con estar la una con la otra, compartir horas y de esas horas disfrutar cada segundo, porque cada uno era único e irrepetible. Esa misma noche decidieron una cosa, que al menos una vez cada poco tiempo hicieran eso, quedar y compartir un momento así, porque aunque tuvieran más amigas y se llevasen genial con ellas, las gustaba pasar tiempo juntas y solas. También acordaron otra cosa esa noche, no separarse nunca, pensaban que eso no sería nada difícil porque llevaban, ¿cuánto?, toda la vida juntas...Sí, aún lo recordaban, desde los tres años. Por ello necesitaban una de la otra, tenerse cerca, complementarse, quererse, porque eso si que era cariño y aprecio,se podía ver en sus ojos, de hecho creo que no he visto y no creo que vea nada igual.

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