lunes, 24 de mayo de 2010

Friendship. (14-05-2010)

Hoy me dispongo a contaros algo complejo, hoy, por fin, quiero y debo describir algo tan importante, algo tan efímero a veces, algo tan indispensable, imprescindible, quizás uno de los regalos más grandes.
Esto de lo que pretendo hablaros es… una cosa, al fin y al cabo, de dos. Puede que haya muchos, pero lo realmente importante se demuestra cuando sólo hay dos. Me explico, este compromiso del que intento hablaros es un dar sin esperar nada a cambio, es implicación de ambas partes, es esencial, invisible a los ojos. Me refiero a la amistad.
Sí, lo cierto es que siempre había querido escribir sobre este lazo tan importante en cualquier ser humano, pero creo que nunca lo habría podido describir con tanta lucidez como pretendo seguir haciendo ahora.
Hay alguno que lo llama domesticar, es cierto, en el sentido de crear lazos. Hay otros que lo han llamado dependencia, postura con la que estoy totalmente en contra, por supuesto. Pero es mucho más que eso, es, querer entregarte de lleno para hacer feliz a una persona cuando más lo necesita, es dejar tus preocupaciones a un lado para poder hacer tuyas las de la otra persona, es… aprender, pero de una forma totalmente voluntaria y sorprendente, es reír, pero no una risa cualquiera, una risa provocada porque sabes que la otra u otras personas con las que la compartes sienten lo mismo que tú, es un idioma que sólo son capaces de hablarlo unos pocos afortunados.
Hay muchos que creen que necesitas estar enamorado para saber que te llena alguien de verdad, yo no lo creo. De hecho ahora lo pienso, y siento lástima por los que creen que los amigos sólo sirven para reír y, en algunas ocasiones, no hacerlo. Si tienes amigos que te llenan, que te hacen sentir único en el mundo, tú también estarás provocando lo mismo en ellos, ellos también serán únicos, para ti, en el mundo.
Lo mejor de la amistad, de la VERDADERA amistad, es que nunca sabes cuando va a aparecer, tampoco sabes cuando va a terminar, pero para eso está el saber arrepentirse a tiempo. Una amistad es de verdad, cuando descubres con ella cosas que ni te habías imaginado antes; cuando sabes que tu mirada y la suya no necesitan nada más que cruzarse para decir lo que están pensando en ese instante; cuando no dejas de atormentarte porque intuyes, inevitablemente, que algún día eso se va a acabar; cuando, a pesar de estar entre la espada y la pared, arriesgas, porque sabes que aunque tú acabes mal, seguirás conservando a esa persona; cuando este lazo es tan fuerte que ni una pequeña riña, ni dos, ni tres, acaban con él; cuando no tienes miedo a decir la verdad, a aceptarte, porque la otra persona no duda en aceptarte también tal y como eres; cuando, sueñas con parar el tiempo para que…no termine nunca…

PD: después de esto, creo que todos deberíamos extender una de nuestras manos, cerrarla y, a su vez, también, cerrar los ojos, abrir un poco el corazón, aunque más que el corazón, el sentido común, y empezar a desplegar tantos dedos como amigos creamos que tengamos. A ver, yo he hecho una descripción un poco pobre, tal vez, para algunos, pero bueno, más o menos, los rasgos importantes han sido mencionados. Recordad, es importante, sólo una mano… los que hayan comprendido lo de arriba, sabrán por qué insisto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario