lunes, 31 de mayo de 2010

Would it be the same if I saw you in heaven?

No, no veía momento más idóneo que éste para escribir sobre esto. Estoy harta de oír lo mismo. No creo que nadie le tenga miedo a la muerte, ¿cómo puedes tener miedo de algo que no has experimentado? Lo que de verdad nos da miedo es, que en cualquier momento, por insignificantes que seamos podremos serlo aún más, porque en apenas un segundo nuestra existencia se reduce a un adiós. Lo que de verdad da miedo es ver cómo uno tras otro, tus familiares, se van, dejando en ti una huella imposible de borrar. Porque desde una temprana edad no ha habido tregua, poco a poco sus llamas se han ido apagando y han hecho que paulatinamente las de los demás se hayan ido consumiendo sin descanso alguno.
Ya no hay sonrisas sinceras, da miedo expresar tus sentimientos más veraces, la muerte para mí se ha convertido en un tema tabú. No la tengo miedo, tengo miedo a la llamada que viene antes, porque, intuitivamente sabes que las noticias que te van a contar no son para nada buenas. Tengo miedo a seguir arrepintiéndome por no haber dicho otro último adiós, un penúltimo te quiero.
No me sirve de nada oír la cantinela de ‘’estas cosas pasan’’... ¡NO! ¡NO PASAN!
Nadie tiene la pésima suerte de que año si y otro no, alguien te diga adiós y tú estés a 325 kilómetros exactamente, y no puedas oír sus gritos de ayuda, agonizantes, suplicando que vayas, que pases sus últimos segundos para poder disfrutar de su presencia...nadie.
Nadie odia un lugar porque tiene miedo de enfrentarse a fantasmas pasados que continuamente allanan tus sueños y no te dejan un segundo de sosiego.

Por ti, porque sé que, aunque, estés donde estés sabrás comprender mi elección, sigo sintiendo remordimientos. Debo darte las gracias, porque sin ti no me habría dado cuenta, nada volverá a ser igual.

Feliz descanso.

1 comentario:

  1. Tengo que admitir que aunque me gustaría no tener que decir esto, porque me gustaría que no hubieras tenido que pasar por ese torrente de sentimientos, esta entrada es fantástica. Mezclas dolor y reflexión y además tengo la sensación de que no es algo que hayas elaborado con cuidado, sino que ha sido como cuando un pintor furioso da brochazos aquí y allá y crea una obra maestra. Me gusta mucho, aunque me duela decirlo, por el origen que tiene.
    Pero siempre recuerda que después de la tempestad viene la calma :)

    ResponderEliminar