miércoles, 17 de noviembre de 2010

Soltarte a la cara la verdad [...] y salir por la puerta, contigo.

El poder de la palabra hablada, de las cosas dichas, de saber que cuando lo escupes ya no hay marcha atrás, es lo que hace que me de cuenta de que esto, cada vez es más imposible confundirlo.

Yo escribo, pero no me considero del todo escritora. No lo hago porque se supone que esas personas son capaces de plasmar con un puñado de palabras lo quieren decir y cómo lo quieren decir. Yo no. La única razón que hay es, que si de verdad me dejara llevar, si dejara que mi mano, mi bolígrafo y mis sentimientos hablaran por mí a través del papel, me saldría algo imposible de ignorar. Algo que no quiero ver, que no quiero que vea nadie, porque aún es pronto para decirlo y más para pernsarlo.

Si lo ves, lo oyes, y más, si lo sientes, estás perdido, no hay marcha atrás, el sentimiento ya está provocado, ya está en tu mente y no lo puedes rechazar. Entonces, si al final resulta que esa idea que surgió de una posible emoción tiene que esfumarse, será más fácil olvidarla, porque no está escrita, no es ''tangible'', tan sólo sería una mera suposición.

¿Cobardía?, no lo niego, pero tampoco niego que sea miedo a tu otra reacción.

Por todo lo anterior, esta entrada ya no es lo que iba a ser, algo cargado de emoción y sentimientos reprimidos en forma de canción. Ahora es algo frío y cuerdo. Pero así es como tiene que ser hasta que de verdad haya algo a lo que atenerme, algo verdaderamente explícito.

http://www.youtube.com/watch?v=5ajKTs23Mgs

2 comentarios:

  1. Contención, y distancia de lo peligroso... No caigas en el pánico de negarlo-te.
    Y que sepas, que ni el mejor de los escritores, es capaz de, en determinadas situaciones, expresarse en palabras.

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  2. De esto justamente habla Freud en el libro que me estoy leyendo ahora. Mi consejo es que ni se te ocurre reprimirte. Es nocivo para ti porque 1) te estás engañando y 2) todo lo que reprimas saldrá a flote tarde o temprano de una forma u otra, y tú no lo podrás controlar. En el momento en que la idea aparece en tu cabeza, ya está. Que tú la ignores o no, eso es otra cosa.

    Yo creo que sí deberías considerarte escritora. Los escritores no son gente "mágica" que sabe elegir exactamente las palabras en toda situación, sino gente como tú, con inquietudes que plasman en papel para verlas de forma más clara, y de esa manera tener más perspectiva, y más sinceridad consigo mismos.

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