Llevo intentando escribir algo coherente durante media hora, durante treinta largos minutos, y lo único que consigo es escribir unas cuantas palabras ordenadas para luego borrarlas. Hay gente que lo llamaría falta de inspiración, yo lo llamo obsesión.
Probaré por dejarme llevar.
Quizás me obceque demasiado, pero tus pequeños detalles son los culpables. Canciones que no llevan a nada y que gritan todo lo que yo quiero oír. Abrazos que te llenan, besos que te marcan y por los que no te lavarías la cara nunca, sólo por no dejar de sentir ese calor que dejan.
Te cuelas hasta en mis noches, consigues alargarlas hasta que el treinta y tres dice basta. Pero ya es tarde, porque tu foto ha sido más rápida y ha conseguido dibujarme una media sonrisilla de idiota, antes de yo sea capaz de borrarla.
Y qué más da, he optado por dejarme llevar, dejaros leer la verdad.
Podría seguir, pero no llevaría a nada, igual que estos, casi, treinta días. Treinta días de ver como te roban los besos, las miradas, de sentirte a mi lado, de tenerte mucho más que cerca y no saber si decirte... o no decirte o el qué decirte.
Aunque, bueno, tampoco hay que ir a pasos agigantados, asi que mejor dejar el cosquilleo y los ''¿celos?'' para más adelante.
Mejor seguir dejándome llevar.
Ah, y por si os quedábais con la duda, soy INCAPAZ.
No eres incapaz, eres sensata, que no es lo mismo. Con los datos que tienes poco se puede hacer... ya sabes cuál es mi consejo, pienso que tienes la ventaja de que quedéis a solas sin que parezca algo raro. De todas formas, cuando alguien da señales contradictorias lo mejor es ir con pies de plomo. Aunque te dejes llevar... no es incompatible.
ResponderEliminarAlgún día quiero jugar a ese juego... pero sin malicias... Respecto a la entrada... Apuff... es tan intensa... Déjalo estar, si algo ha de ser, ya sabes... será.
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