sábado, 11 de diciembre de 2010

-Una tarde más-

Simplemente ha sido eso, lo de siempre.
Pero cada día me gusta más estar acostumbrada a ello.


Como estar bajo el agua, es una sensación placentera, te llena, estás a gusto, tienes el control. Hasta que la ola te lleva. Nunca antes me habían sobrepasado de tal manera. Hasta el punto de no ver cuándo yo voy a dejar de ser dueña en todo esto. Tampoco tengo motivos para ver ese momento.

Es tan complicado definir sentimientos. No me refiero a ponerles nombre, ni mucho menos a etiquetarlos, pero ni siquiera ser capaz de describir con unas simples palabras lo que pasa por mi mente y que inevitablemente, provoca algo en todo mi cuerpo. Es un bloqueo general. Me frustra no poder apartar la mente de ti ni un momento para poder ahogar mi preocupación en esta parte de mí.

No quiero que parezca obsesión, va más allá, es el simple hecho de no saber.

No puedo más (porque tampoco se me ocurren palabras para seguir escribiendo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario